Ahora, antes de que agarres tu diccionario, debes saber que no estamos hablando de párrafos cargados de palabras floridas que son demasiado complicadas o profundas para que la gente las entienda. El contenido de gran calidad consiste en crear un espacio para que los servicios y productos destaquen sin la venta dura. Tiene que estar orientado al cliente, ser innovador, divertido de leer y memorable.
Memorabilidad: la palabra clave
Para el marketing de contenidos, sabrás que el contenido es de alta calidad si contiene citas y frases que se pegan. Hay tres cosas que las hacen memorables y son
Perlas de sabiduría: el mensaje que se transmite es profundo.
La construcción de las frases: el contenido de calidad no se basa en las palabras rebuscadas, sino en la forma en que fluye el pensamiento en función de cómo se unen las palabras en una frase.
Juego de palabras: el tópico dice que «no se trata de lo que se dice, sino de cómo se dice». Lo mismo ocurre con los contenidos de calidad.
La mayoría de los escritores cometen el error de exagerar lo que se puede expresar en cinco palabras. Esto no sólo es una pérdida de tiempo, sino que dificulta que el producto destaque. El lector se marea montando en la montaña rusa de palabras y le da al botón de cerrar antes de llegar al final.
La simplicidad es la clave
La creación de contenidos implica cumplir con el número de palabras requerido y eso es un hecho. Esto no significa verter todas las palabras sólo para alcanzar el número de palabras. Expresa pensamientos claros, elabora, pero trata de mantener las palabras al mínimo. Cuanto más cortas sean las frases, más fácil será para el lector recordarlas. Cite ejemplos para reforzar la idea, compare cuando sea necesario y saque una conclusión al final. El contenido tiene que ser vistoso y no monótono. También tiene que tener claro de qué quiere hablar. El producto o servicio, obviamente.
Pintar imágenes
Según la empresa de marketing de contenidos de Miami, un contenido de gran calidad dispara la imaginación del lector. una forma de lograrlo es utilizando palabras concretas. Estas palabras son claras, específicas y mucho más fáciles de entender en comparación con las palabras abstractas. Una frase famosa que ha hecho un gran trabajo para hacerse memorable es «se derrite en tu boca, no en tus manos» de M&M’s. La afirmación es corta, específica, clara y hace que la gente se pregunte: «¿cómo es que este chocolate se derrite en mi boca y no en mi mano?». Los que no han comido el chocolate quizá no sepan a qué sabe, pero saben que es demasiado bueno para dejar que se derrita en las manos.
Todo es cuestión de experiencia
Muestra, no cuentes, la experiencia al lector. Apele a los sentidos. Utiliza las palabras para llevarles a un viaje maravilloso. Tira de la fibra sensible para que puedan resonar fácilmente y encontrar un espacio de aprecio por el producto. El contenido tiene que ser fácil de relacionar, y no del tipo que es demasiado técnico para la gente que sólo busca un nuevo teléfono, por ejemplo. Cambia el tono, deja espacio para las transiciones y aléjate de las frases demasiado monótonas. Un contenido de calidad es una aventura. Un contenido que hará que el lector quiera pasar a la acción, ya sea publicándolo en sus redes sociales o realizando una compra.
El tren de pensamiento
Anteriormente mencionamos que lo que hace que las citas y los párrafos sean memorables son las pepitas de sabiduría que tienen y esta es la parte más difícil de lograr. Una forma de hacerlo sería pensar en la sabiduría que los lectores o clientes necesitan obtener después de leer el contenido.
Es bueno anotarlas, combinar las ideas similares y eliminar las que parezcan demasiado alejadas hasta que todos los pensamientos puedan combinarse en una pepita de sabiduría central. Esto es más fácil de decir que de hacer, y aunque el proceso puede ser desalentador, el resultado contribuirá a la creación de un contenido de gran calidad. Una vez que esto se haya asentado, no cuesta nada expresar la pepita de sabiduría y ampliarla en más frases y párrafos. Siempre es bueno escribir primero las viñetas antes de trabajar en el contenido propiamente dicho, para que la dirección sea clara.
A fin de cuentas, el elemento más importante para crear un contenido de calidad es un amplio conocimiento del producto o servicio. Todo lo demás fluirá fácilmente después de eso. Los redactores también sabrán lo que se puede y lo que no se puede cuando estén familiarizados con sus productos, lo que hace que la contracción y la expansión de las ideas sea un juego de niños. También es bueno conocer la plataforma en la que aparecerá el contenido para encontrar un equilibrio saludable entre el texto y los gráficos.
Ahora que hemos compartido nuestras directrices, lo único que te queda por hacer es esto: ¡escribir!
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